¿Dónde está mi cabecita?

Cuelgo el post anterior y me lo quedo mirando un ratito. Sonrío. Pienso en escribir algo más, pero al mirar nuevamente el post colgado, decido que no, que así está perfecto. Me prendo un pucho, el último antes de irme a acostar. Desactivo el despertador que estaba programado para ladillar en unas pocas horas. Cuelgo la ropa que me saqué y tiré arriba de la cama al volver a casa. Algunos aprontes menores más y estoy listo para apagar el monitor y dejar prendida la máquina mientras termina de bajar lo que estoy bajando. Mientras todo esto va pasando, voy fumando. Detengo mi atención en el cenicero. Veo que está lleno. Con el pucho en una mano y el cenicero en la otra, voy hasta la cocina para vaciarlo. Enfrente de la bolsa de la basura, tiro el pucho prendido en vez de volcar el contenido del cenicero. Actué rápido y el fuego no llegó a propagarse. Sonrío nuevamente.

¡ ¡ ¡ H O L A ! ! !

¿¡¿Y?!? ¿¡¿Cuándo llega a Uruguay?!?

Divertite sola entonces

Abro la ventana del chat. No de cualquier chat. De tu chat. Hasta ahora, es lo más cerca que he estado de decirte "hola". Es más: hasta pensé en qué debía decirte después, en caso que me respondieras. Pero como era previsible, me cagué. No puse "hola" y me fui a revisar el blog de Liniers. Pasaron unos minutitos y cuando cerré la página, me asusté. Bah. No me asusté. Podría decirse que me sorprendí muy gratamente.
Me encontré con la ventana del chat abierto, de tu chat. Pensé "¡¡me habló!!". Dirijo rápidamente el cursor y hago click, para descubrir un chat vacio. Me costó unos segundos darme cuenta que en verdad el chat estaba abierto simplemente porque yo lo había dejado así, esperando tener el coraje de hablarte por primera vez. Vos mientras tanto seguís ahí, campante, sin saber de mí y sin pensar en decirme "hola"...

Falsa alarma

Te digo que estos de blogspot son unos locos... Los nervios que me hicieron pasar... Jaja. Acá está grageas, vivito y coleando. ¿Qué era lo que iba a colgar? Mmmmm... ¡¡Ah!! ¡¡Ya sé!! Una nueva entrega de "Divertite sola entonces".

Ups

Mirá qué loco: entro a grageas para postear algo y me encuentro con el blog vacío. ¿Se me perdió todo? A la mierda. Me gustaba grageas a mí.

Divertite sola entonces

¿Sabés que existo? Tal vez me conocés de la vuelta... Bah... Supongo... Capaz que ni eso. Yo sí te tengo. Y acá estoy, a punto de decirte "hola". Y no me animo. ¿Qué tiene de malo un "hola"? Nada, pero me cago. Y vos seguís ahí, sin saber que existo. Genial. Esto no lleva a ningún lado. Vos también... Podrías ponerte las pilas y decirme "hola"... Ups. Ni me registrás. Ése es un problema.

Así se vive una licitación a las 23:30 en JWT

Llamen a Moe, que Larry está en cualquiera

Hoy un poco robamos la plata con (...). Nos fuimos a la salita de pensar, para pensar en una promo. ¿Salió algo? Obvio que no, porque fue todo un enorme divague. Parecíamos fumados. Un cague de risa de principio a fin, pero ideas, cero. Para mañana de mañana tenemos que tener el guión de tele arreglado, unas radios y la web. ¿La tendremos? No tengo la más puta seguridad de que así sea. ¿Importa? No, no importa una mierda. Es increíble. De un tiempo a esta parte, los dos le hemos bajado el stress, y sinceramente, nos está yendo bastante bien y la estamos pasando mejor que nunca. Arriba!!

* Ciertos datos fueron censurados para preservar el trabajo de (...).

Ya está, ya lo vi, es un cuadrado negro

Linda la vida, che. Mis más sinceras felicitaciones a quien la haya inventado. Con todas las cosas malas y buenas que tiene. Gracias por meter pequeñas dosis de ambas. No me pregunten cómo, pero siento que ahora viene un largo período de cosas buenas. Con Gabito, cuando estamos pensando durante días en algún laburo que tenemos que sacar, jodemos con que "nos merecemos que llegue la idea". Y yo siento que estoy en ese momento de merecimiento. Siguiendo con la comparación de la vida con el proceso creativo, ya tiré miles de divagues, puntas que no llevan a ningún lado. Pero tenía que sacarlas de mi cabeza. Ya dije esa asociación de mierda y ya nos reímos. Ese juego de palabras. O esa idea genial, pero que es imposible de realizar o que el cliente nunca aceptaría. Ya pasé por pila de cosas. Es el momento de que lleguen las buenas. Lo siento así. Están por llegar. Insisto: no me pregunten cómo puedo estar tan seguro, pero lo sé.

Estoy bien... ¿y?

Estoy bien. No me da miedo decirlo acá en grageas. Sé que vos entrás cada tanto para ver qué onda, para saber cómo estoy. ¿Sabés qué? No deberías entrar más. No debería importarte cómo estoy. Igualmente, esto no lo estoy escribiendo para vos. Lo estoy escribiendo para mí.

Si algo me enseñó la vida...

... es que cambiaría mi vida por la de Jack Johnson sin dudarlo. Bueno... Un par de días al menos...

Recurriendo a la Real Academia Española

Virginia me sembró la duda, así que no me quedó otra que entrar a www.rae.es y desasnarme...
CASUALIDAD: Combinación de circunstancias que no se pueden prever ni evitar.
CAUSALIDAD: Causa, origen, principio. / Ley en virtud de la cual se producen efectos.
Ahora que tengo claras las definiciones, puedo responder que no se trata de ninguna de las dos.

Charla conmigo

-¿Y si vamos a dormir?
-No quiero dormir.
-Bien. No querés dormir. ¿Pero sabés que tenés que dormir, no?
-Sí, pero cuando duermo sueño.
-Sí… Es algo que comúnmente le pasa a la gente…
-Ya sé, boludo. La cosa es que yo generalmente no me acuerdo de mis sueños, pero los últimos tres días me pasa que me despierto y están ahí, súper presentes.
-¿Y?
-Y sueño cosas raras.
-¿Te da miedo?
-Qué tarado que sos. Obvio que no me da miedo.
-Bueno… Yo qué sé… Te podía pasar…
-Simplemente me preocupa un poco las cosas con las que sueño.
-¿Estás hablando de la muerte?
-¿Vos sos bobito, no? Me estás tomando el pelo. ¿Sabés qué? Yo me voy a dormir. Solo. Vos arreglate en el sillón.
-Buuuuuu.

Algo nuevo sobre mí

A Gabito le intriga saber sobre qué hablan todo el día Ina y Gri. Es verdad que hablan todo el día, pero a mí no me parece raro. Él sin embargo argumenta que llega un momento en el cual no tenés nada nuevo que decir. Dos por tres, se dan charlas acerca de eso. En una de esas, Gri le pregunta “¿y vos por ejemplo, cuando salís a tomar una con Luigi, de qué hablás?”. Yo salgo al cruce diciendo que en verdad justo yo no era el mejor ejemplo, porque no soy de hablar mucho. Para mi total sorpresa, Gri me dice que nada que ver, que yo soy re de hablar. “¿En serio?” le pregunto, realmente sorprendido. “Salado” me responde ella, y remata con un “vos sos capaz de colgarte a hablar de cualquier cosa”. Mirá qué raro, pensé. Hubiera jurado que nada que ver.

Juanito el cantor de nuevo por acá

Hay una canción que se llama Amarillo, y además de estar buenísima, tiene una frase que me encanta. Pero me pasa algo extrañísimo con esa frase: a cada persona que se la he comentado entusiasmado, no le genera nada. La frase es “amarillo, como el pis, como el agua con colorante, amarillo, como el sol de jardín de infantes”. Ahí está. La escribo y nuevamente me parece increíble. La gente no entiende nada. Cuando me cruce con alguien a quien le guste esa frase, me habré encontrado con mi alma gemela. Jaja.

Ahh… ¿Sos de Mercedes?

Capaz que generalizo injustamente, pero según recuerdo, cada vez que le comento a alguien que soy de Mercedes, se da el siguiente diálogo:

-Ahh… ¿Sos de Mercedes?
-Sí. Nací en Montevideo, pero al año mis viejos se fueron a vivir a Mercedes…
-Mirá… ¿No conocés a …?
-No. Ni idea.

Siempre. Nunca me preguntaron por alguien que conociera realmente. A veces digo que sí, que me suena ese apellido, pero no mucho más. Tantas veces se ha dado este diálogo que sospecho que si algún día alguien me pregunta por alguien que verdaderamente conozco, ya estaré preseteado para decir que no.

La vez que fui a un otorrinolaringólogo

No recuerdo muy bien por qué caí ahí. Me suena que por una infección. O por unos mareos. Sinceramente, ni idea de por qué. Lo que sí recuerdo es que el tipo me dijo que no usara cotonetes. Que la cera era algo que generaba el cuerpo para bla bla bla. Todo bien contigo. Estudiaste pila de años para ser lo que sos, tus padres han de estar orgullosos de “su hijo el doctor”, pero no podés andar por ahí tan libre de cuerpo prohibiendo un placer tal como meterse un cotonete. En la oreja. Digo… Por las dudas… Habrá gente que le gusta meterse cotonetes en otros lados. Todo bien, pero no es mi caso…

Algo nuevo sobre mí

Llego a la agencia y luego de desembarcar, prender mi máquina y demás, voy a saludar a la gente de Producción. Luego de una charla divagante e intrascendente, me despido, no sin antes llevarme puesta la puerta. Camila, me comenta temerosa: sin faltarte el respeto… ¿vos sos medio torpe, no?
No le respondí. Le lancé una mirada que la dejó descolocada. Cuando no sé qué responder, suelo hacer eso. Ella debe pensar que estoy loco. Al menos yo, si fuera ella y analizara mis charlas, comentarios y actitudes, lo pensaría. Pero igual, no un loco de temer. Un loco raro. Un loco lindo. Jaja.
Por el pasillo, camino a mi lugar, me quedé pensando que nunca me había fijado, pero sí, soy un tanto torpe a nivel físico. Y tá. Eso. Todos los días uno aprende algo nuevo sobre sí mismo. Gracias Cami por ayudarme en este caso.

Una flor - Juanito el cantor

Una flor entre las manos es más que una montaña de cosas costosas sin valor. Sé muy bien, la madrugada es buena y me hace tanta falta cuando estoy tan solo.
Sólo hay una pared atrás que me hace frío en la espalda y no puedo respirar. La verdad, no quiero dormirme sin antes describirme cuando estoy tan solo.
Miro hacia adelante con los párpados cerrados y espero algún mensaje, una imagen que me abrigue.

La madrugada es buena

Luego de un par de cervezas en La Ronda con Pablo, me subo al 187 esperando llegar a casa y acostarme a dormir. Como suelo hacer, me calzo los auriculares y busco en el iPod cuál es la canción adecuada para ese viaje en bondi. “¿Qué hago?” me pregunto. “¿Confío en el shuffle?. No. Vamos con Juanito el cantor”. Puntualmente elijo la canción Una flor.
A veces le emboco con mis elecciones, y ésta fue una de esas veces. En determinado momento, me descubro a mí mismo con los ojos cerrados cantando “la verdad, no puedo dormirme sin antes describirme cuando estoy tan solo”. Acá estoy entonces.
En vez de acostado, estoy frente a la máquina, luego de volver de lo más parecido a un 24 horas que tengo en el barrio, con una Patricia helada, esperando que baje la espuma que mi torpeza provocó. Y bueno. Si no me equivoco, es la cuarta cerveza que me tomo. Veamos qué sale de esto...